Las reuniones son el “plato fuerte” para establecer acuerdos o para poder vender. Sí, existen hoy en día muchas maneras de hacer negocios sin que tan siquiera te conozcan, pero no nos engañemos, el “cara a cara” sigue siendo una excelente manera de conseguir más ventas.
Por eso, las habilidades comunicativas son imprescindibles para los emprendedores y comerciales. Es ahí donde tenemos que trabajar a fondo y así conseguir que nuestro negocio prospere.
Algunos tienen una habilidad innata para la comunicación, pero no es el caso de todos. Además, muchos creen que la comunicación verbal es simplemente expresarse bien. Sí, es una parte fundamental, pero realmente no lo es absolutamente todo.
Tener éxito en las reuniones no es sólo cuestión de “labia”. Hay mucho más. Para ello, lo fundamental es hacer una planificación de cuáles son tus objetivos durante la reunión y, qué se va a decir y cómo poder llegar a través de la comunicación a cumplirlos. Por eso, hay que estudiar los distintos mensajes que se van a trasladar.
Así, si vas a tener una reunión con un potencial cliente, estúdialo previamente para poder conocer cuáles son las necesidades que puedes subsanar con tu producto o servicio. Saber exponer ese tipo de necesidades será fundamental para llegar a buen puerto.
Claves en la Comunicación Verbal
Cuando tratamos la comunicación verbal, nos estamos centrando en la conversación. En lo que decimos nosotros, pero también en lo que nos dice la otra parte, algo de lo que muchos se suelen olvidar.
Establecer Tiempos para cada Asunto
A nadie le gusta perder el tiempo y seguro que a tu potencial cliente menos. Por eso, la conversación debe de seguir una jerarquía más o menos previsible, con un timing entre la presentación, el o los asuntos comerciales a tratar y un cierre cordial.
Es importante no divagar y centrarse en cada punto, atendiendo eso sí al creciente o decreciente interés del cliente. Establecer los tiempos adecuados te permitirá mejorar, igualmente, la exposición, mostrando una mayor seguridad durante la reunión, sin improvisaciones.
Escuchar a la otra persona
Marcar los tiempos de la conversación también requiere de escuchar y atender a la otra persona. Si estamos todo el rato hablando, la otra persona se puede sentir abrumada, por lo que la comunicación no será fluida.
Sin dejar hablar, no conoces los puntos de vista de la otra persona y, por lo tanto, llevarte una impresión errónea de lo fructífera de esa reunión.De esta manera, evitamos posibles bloqueos entre los puntos de interés que tenías pensado resolver durante la reunión.
Tono de la conversación
La conversación tiene que ser siempre en un tono agradable. Aun cuando no se comparta el mismo punto de vista, lo más fácil es que se encasquille la conversación si se eleva el tono más de lo debido.
Además de una lógica cordialidad, es necesario prestar atención al tono de voz. De hecho, hay diversos estudios que determinan que el potencial comunicativo recae más en el propio tono de la voz que en el mensaje que se transmite. La intensidad tiene que ser neutra para no intimidar ni mostrar inseguridad.
Claves de la Comunicación No Verbal
La comunicación no verbal es otro punto importante para que las reuniones tengan éxito. Nuestro cuerpo habla por nosotros mismos. Aunque hay veces en las que no podemos controlar ciertos gestos, es importante ser consciente de ciertas pautas de comunicación no verbal.
Posición del cuerpo y brazos
Al igual que sucede en las entrevistas de trabajo, saber cómo sentarse, por ejemplo, es importante para generar una mejor impresión en la otra persona.
Estar bien sentado ofrece imagen de seriedad, con una postura correcta de las piernas y sin realizar demasiados aspavientos con los brazos y evitando, al mismo tiempo, permanecer rígidos o en posición pasiva. En este sentido, también conviene que no crucemos los brazos, ya que son síntoma de protección y desconfianza.
Gestos faciales
La propia gesticulación de nuestro rostro puede denotar actitud de nerviosísimo o rigidez. Evitar este tipo de impresiones es fundamental. Pero todo tiene un término medio. Al igual que la rigidez puede “imponer” a la otra persona, ser demasiado sonriente puede parecer que no se está tomando en serio el tema que se trata.
Con este tipo de cuestiones, queda claro que la comunicación es fundamental para tener éxito durante las reuniones. Recuerda que, al igual que en otros ámbitos, la preparación puede ser un arma perfecta para dominar las reuniones y conversaciones para llegar a acuerdos.