¿Sabes lo que es una startup? Seguro que lo has escuchado en multitud de ocasiones, ¡pero no sabes muy bien de qué se trata! Precisamente, en este post queremos entrar en profundidad, donde no solo veremos el significado de una startup, sino que ahondaremos en su papel dentro del mercado.
Es muy difícil emprender un nuevo negocio, ¿cuántas veces lo habremos repetido? Encontrar una idea y un mercado adecuado que además sea escalable y con buenas expectativas de crecimiento es realmente complicado.
Por eso, cada día se inician cientos de proyectos prometedores, aunque muchos de ellos se quedan por el camino. Muchos de ellos responden al término de “startup”, por sus inherentes características.
¿Qué es una startup?
Una startup es una empresa de nueva creación que muestra signos evidentes de crecimiento escalable, que suele incluir una mejora tecnológica, independientemente del sector en el que busque asentarse.
Dicho de otra manera, una empresa de reciente creación que cuenta con una idea que podría ser realmente rentable, debido a las nuevas necesidades del mercado.
Así, estamos ante un nuevo proyecto empresarial con un gran potencial de expansión y que, por norma general, tienen un fuerte comportamiento tecnológico, ya sea en las nuevas tecnologías o en Internet. Esto se debe a que es la nueva tecnología y las innovaciones que ofrece la que sirve como la entrada perfecta dentro de cualquier sector y en cualquier ubicación geográfica.
Eso sí, a no ser de que en el medio plazo puedan responder con las ganancias habituales de cualquier negocio, puede suponer la rápida desaparición.
De alguna manera, se podría decir que una startup es un reflejo de la rapidez con la que se vive ahora, pudiendo ser un factor importante para su rápido crecimiento o para su desaparición en el corto plazo.
Características de una startup
Con lo que hemos visto y otros puntos más a añadir, podemos realizar un perfil de lo que sería una startup a ojos de todos, según una serie de características.
- Son empresas que se basan en las innovaciones tecnológicas como su producto o servicio frente a los competidores del mismo sector. Es su valor diferencial.
- Por norma general, entre sus creadores se encuentra un ingeniero o un desarrollador, si bien es cierto que el pequeño equipo que lo conforma es multidisciplinar.
- Ofrecen una gran capacidad de crecimiento en diversos mercados, por lo que la internacionalización es otro de los puntos importantes de estas empresas, frente a un mercado más local en las empresas y negocios más tradicionales.
- Sus creadores suelen ser personas jóvenes y creativas, volcados en la innovación y mejora de su producto. A diferencia de una empresa ya consolidada, suelen llevar pocos años en el mercado laboral.
- El coste de la creación del proyecto para comenzar a desarrollar la actividad es mínimo, incluso sin contar con un espacio físico o con unas pequeñas oficinas de coworking a lo sumo. Tampoco tiene que soportar una importante carga en lo que se refiere a muchos empleados.
- Otro de los signos identificativos de una startup está en su sistema de financiación. Una empresa tradicional suele tener una financiación familiar o bancaria, mientras que en una startup los inversores pueden ser muy distintos, pensando en nuevas oportunidades de negocio.
Luces y sombras de las startup
Parece que todo lo que se comenta sobre las startups, ¡pero no es oro todo lo que reluce!
El hecho de lanzar una idea de negocio en un mercado saturado de ideas, por muy innovadora que sea, puede llevar consigo numerosos problemas. Desarrollar la idea es “barato” porque el gasto es principalmente el tiempo de desarrollo de los creadores.
Ahora bien, el paso siguiente de las startups es bien distinto, que llegue al mercado y que se consuma para justificar dicha idea.
Se necesitan importantes inversiones para conseguir el objetivo deseado. Imaginemos, por ejemplo, que una aplicación móvil tenga millones de usuarios o que otros tantos millones decidan comprar sus productos.
Por muy buena que sea una idea, se necesita comercializar o promocionar y estas ideas están pensadas para mercados a gran escala.
Es aquí donde se complica, puesto que se necesita de una importante inversión en publicidad para llegar a más usuarios Dicho de otra manera, para continuar una idea de semejantes dimensiones, se suele necesitar una inversión que no tienen los fundadores, por lo que tienen que recurrir a inversores externos.
¿Invertir o no en las startups?
Sí, todos conocemos startups de éxito, pero hay muchas que se quedan por el camino, algunas de ellas con su correspondiente inversión en tiempo o dinero.
La tentación de invertir en un negocio que luego reviente el mercado para hacerse rico hace que muchas personas que no saben de este tema se tiren a la piscina, en busca de al oportunidad dorada.
Esto lo saben creadores de startups que no venden otra cosa que humo. Muchas expectativas de crecimiento, de ingresos, etc. Luego, ¡nada de nada! Se ha constituido una burbuja en las startups que hace que sea muy difícil saber dónde se debe invertir y dónde no.
Esto significa que, aunque hablemos de una empresa en pleno desarrollo con expectativas de crecimiento espectaculares, los números son los números. En caso de invertir en una startup, la transparencia con la que tienes que tener todos los datos requeridos es exactamente igual que para cualquier otra empresa.
Y tú, ¿invertirías en una startup?