¿Estás buscando un nuevo lugar donde poder gestionar con eficacia tu negocio? ¿Una oficina perfecta para tu día a día? En el post de hoy, os vamos a hablar de cómo debería de ser la oficina perfecta. Aquella en la que es un placer trabajar y hacer negocios, en definitiva.
Alguna vez ya os hemos hablado de las características de una oficina. Sin embargo, de vez en cuando conviene recordarlo puesto que es de suma importancia. Nuestra oficina es el lugar en el que más tiempo pasamos en nuestro día a día. Puede parecer triste, ¡pero es así!
Calculad, sin contar las horas que dormimos, cuánto tiempo pasamos en nuestra oficina y cuánto tiempo pasamos en nuestra casa, ¿dónde pasamos más tiempo?
Si además estamos hablando de nuestro propio negocio, entonces esta diferencia se agranda aun más. Seguro que sabéis de qué estamos hablando si estáis en esa situación.
Además de ser un sitio en el que vamos a estar una inmensa cantidad de horas, en muchas ocasiones será el emplazamiento en el que hagáis negocios, por lo que también tiene que ser agradable para la recepción de posibles clientes.
En este artículo, por eso, queremos hacer una descripción fidedigna de todo lo que tiene que tener la oficina perfecta.
11 puntos que definen una buena oficina
Sin más preámbulos, veamos cuáles son las características de una buena oficina, repasando 11 de las claves más importantes.
Ubicación
Ya lo hemos comentado en numerosas ocasiones, ¡pero es muy cierto! La buena ubicación de una oficina supone multitud de ventajas.
La principal de ellas es la facilidad para el cliente de poder acudir a tu oficina para las pertinentes reuniones, puesto que tiene diferentes medios de transporte para ello.
Estar bien conectado siempre es un “plus”, tanto para que los empleados no inviertan demasiado tiempo en llegar de sus casas, como para los clientes.
Ambiente profesional
Sí, los tiempos están cambiando. La imagen de seriedad ya no es la misma que antaño, pero eso no significa perder la imagen profesional de un negocio. No tiene nada que ver.
Ser recibido por una recepcionista e ir posteriormente a una oficina impoluta sigue dando una imagen de profesionalidad que no se consigue en otras oficinas, por lo que un centro de negocios siempre es una excelente opción.
Limpieza y orden
Un a máxima que tiene que cumplir toda oficina es la limpieza, lo cual parece una obviedad. Un sitio limpio da la imagen de profesionalidad que hemos comentado anteriormente, por lo que es mucho más agradable para el cliente.
Tampoco hay que olvidar que la limpieza incide de manera notable en la comodidad de los empleados, ¡se sentirán mucho más a gusto en la oficina!
Decoración
Sí, está muy bien tener una foto de nuestra familia en la mesa del despacho. Nadie dice que no, al igual que tener algún elemento decorativo, como cuadros o plantas, ¡pero todo tiene un límite!
Trabajar en un ambiente sobrecargado con muchos elementos decorativos puede ser un grave problema. Podemos perder la concentración con gran facilidad, lo que hará que nuestra productividad sea mucho menor.
Por eso, lo mejor es contar con algunos elementos decorativos, ¡pero no demasiados!
Espacio y distribución
La distribución de los espacios dentro de la oficina tiene que permitir no solo tener un puesto de trabajo físico, sino la capacidad de poder moverse perfectamente en torno a él. Tener pasillos amplios y accesibles nos da sensación de amplitud.
Estar sentado todo el tiempo puede llevar diferentes inconvenientes. Cada cierto tiempo hay que levantarse para estirar los músculos. No solo es beneficioso para que tu cerebro descanse y pueda volver al trabajo con más ganas, es que además es realmente positivo para tu salud.
Color de la oficina
Tal y como sucede con la decoración de la oficina, el color también es un componente fundamental para mejorar nuestro rendimiento en nuestro puesto de trabajo.
Los colores claros nos permiten tener un temperamento más calmado, por lo que es mejor para estar concentrados, mientras que los colores más vivos y emocionales pueden ser positivos para las personas más creativas.
Iluminación
La falta de una iluminación adecuada hace que podamos tener problemas oculares o incluso dolor de cabeza. Por eso, se deben de seguir las recomendaciones de iluminación que se aconsejan, según los parámetros de prevención en riesgos laborales.
De igual manera, si la iluminación es natural, mucho mejor, puesto que da una mayor sensación de amplitud y de libertad que con la luz artificial, además de mejorar en el estado de ánimo de los empleados.
La iluminación mínima de una oficina tiene que estar regulada por ley. En este sentido, hay una serie de niveles mínimos según la zona de trabajo de la oficina que suele ser de 300 lux, según el Real Decreto 486/1997 del 14 de abril.
Mobiliario
Quizás no se le da demasiada importancia al mobiliario, pero la realidad es que los muebles de nuestra oficina tienen que estar perfectamente habilitados para el uso que les vamos a dar.
En este sentido, la mesa, así como la altura de los ordenadores con los que trabajamos, deben de ser la adecuada para no tener problemas de espalda. Especial hincapié hay que hacer, en este sentido, con las sillas, que tienen que ser ergonómicas y que favorezcan una correcta postura de nuestra columna vertebral.
Ruido
El ruido es una de las principales causas de improductividad para un trabajador, ya que sus niveles suelen ser demasiado elevados para ejercer su trabajo. Por ello, lo mejor es que la oficina esté perfectamente aislada.
Ventilación
La oficina tiene que estar ventilada o, al menos, que tenga la posibilidad de ventilarse con frecuencia.
Un ambiente más fresco permite trabajar de forma más cómoda. Ni que decir tiene que, cuando hablamos de una oficina con muchas personas, donde se pueden concentrar diversos olores que no son nada ventajosos para trabar adecuadamente.
¡Ah!, y aunque esté regulado por la ley y parezca obvio, no se debe permitir fumar dentro de la oficina.
Temperatura
Una temperatura entre los 20 y los 25º en la oficina es la mejor manera de trabajar. Trabajar con mucho frío es evidentemente un problema, pero hacerlo con calor también lo es, puesto que nos hace trabajar a un ritmo mucho más lento.
Las funciones de una oficina perfecta para trabajar
Con todo lo visto, parece claro que las características de una oficina perfecta van encaminadas a mejorar una serie de funciones, las cuales vamos a ver a continuación.
Comodidad
Es una evidencia, pero no por ello menos cierto. La oficina tiene que ser un lugar cómodo para el empleado y que le permita estar a gusto. La comodidad, en este sentido, está especialmente vinculada con el concepto de ergonomía y tiene que ver con el mobiliario adecuado, mencionado anteriormente, así como unos espacios amplios entre los puestos de trabajo para poder desenvolverse por la oficina.
Productividad
La oficina tiene que estar enfocada hacia la productividad, evitando cualquier tipo de distracción en su trabajo. Por eso, los espacios tienen que estar claramente diferenciados. La separación de los puestos de trabajo debe de ser suficiente para fomentar dicha productividad, mientras que los espacios de descanso, como el office, perfectamente separado del resto de la oficina.
Atractivo
El punto estético también es fundamental para conseguir la mejor oficina posible. No en vano, el punto estético puede incidir en el estado de ánimo de los trabajadores. La luz, tal y como hemos comentado antes, así como los colores de las paredes, son aspectos a tener en cuenta.
Si pensamos en todos estos ingredientes, seguro que ya habéis pensado en algunas oficinas perfectas para desempeñar vuestro trabajo. Échale un ojo a nuestros despachos que alquilamos en pleno centro de Zaragoza, ¡veréis que reúnen todas esas condiciones!