El brainstorming, o lluvia de ideas, es una herramienta de trabajo grupal que ayuda a la creación de nuevas ideas. Esta técnica en grupo es muy popular hoy en día debido a su eficacia, ya que facilita el surgimiento de ideas nuevas y originales.
Sin embargo, no siempre una sesión de brainstorming sale como se esperaba. Existen diversos factores que pueden influir en el éxito de esta reunión, como por ejemplo el no marcar un objetivo claro al principio de la sesión o incluso el entorno en el que se desarrolla.
Para que una sesión de brainstorming sea exitosa, debe llevarse a cabo en un lugar adecuado que pueda acoger el número de personas que la conforman. También debe ser un lugar en el que no existan distracciones y que ayude al grupo a crear un ambiente relajado.
En el caso de no disponer de un espacio de trabajo preparado para este tipo de sesión, siempre se puede optar por el alquiler de salas de reuniones que estén adecuadas para ello. En nuestras instalaciones encontrarás distintos medios que ayudarán al desarrollo correcto de la lluvia de ideas, como televisión con fibra óptica o una mesa lo suficientemente grande para poner en común todas las ideas.
Consejos para organizar un Brainstorming
Para comenzar, debes saber que en una sesión de brainstorming es necesario un facilitador. Esta persona es la responsable de guiar la sesión, motivando la participación y anotando las ideas. Por eso, a continuación os proponemos algunas ideas para llevar a cabo una buena sesión de Brainstorming. ¡Seguro que os van a ser muy útiles!
1. Marcar el objetivo principal y la duración de la sesión
Este es el primer paso y el más importante, si queremos organizar una sesión de Brainstorming con éxito. En este tipo de sesiones es muy fácil despistarse y cambiar de tema, por lo que es esencial crear un documento que recoja toda la información necesaria y facilitárselo a los asistentes. Se deberán detallar aspectos como el target, los medios disponibles o los objetivos que se quieren llegar a conseguir.
También es recomendable poner un tiempo límite a la duración del brainstorming, aunque hay que tener en cuenta que este se debe adaptar al grupo. Por lógica, un grupo grande deberá de disponer de mayor tiempo para que todos los asistentes puedan participar en la lluvia de ideas.
2. Variedad de personas
Se recomienda que el grupo este formado por personas procedentes de distintos departamentos y áreas de trabajo, ya que de esta forma se puede llegar a proponer ideas más variadas y originales. Además de reunir a un grupo de personas variado, es importante no realizar este tipo de sesiones con regularidad ya que las sesiones acabarían siendo monótonas.
3. Cambia el entorno físico
Como ya os comentábamos, cambiar de entorno físico promueve la creatividad y ayuda a romper la rutina de la oficina. El cambiar de ambiente no solo ayuda a que la sesión sea más amena, sino que también puede favorecer para crear un entorno relajado.
4. Organizar juegos y paneles de inspiración
Utilizar juegos de palabras puede ayudar a eliminar pensamientos tradicionales y deshacernos de las ideas genéricas. Puedes ayudarte de algún elemento, como una pizarra o tablet, para crear mapas mentales y así destacar las palabras más esenciales.
También es recomendable el uso de moodboards o paneles de inspiración, que a través de imágenes y palabras ayuda a ver más fácilmente el tema del que se está hablando.
6. Fomentar las malas ideas y la risa
Al iniciar la sesión de brainstorming debes dejar claro a los asistentes que cualquier idea es bien recibida, por muy mala que ellos consideren que es. Esto ayuda a generar confianza y que la sesión sea mucho más fluida. Se debe fomentar la no crítica, a través de la risa y no juzgar ninguna idea. Un ambiente de risa y relajado ayuda a fomentar la improvisación, pudiendo obtener ideas más creativas y originales.
7. Recoger las ideas y puntuarlas
Una vez creemos que la sesión va llegando a su fin, se deben recoger todas las ideas y establecer un criterio para puntuarlas. Por ejemplo, se puede fijar una puntuación entre 0 y 5, dependiendo si las ideas son relevantes o no para los objetivos establecidos. Aunque existan unas pocas ideas ganadoras, es recomendable guardar un registro de todas las propuestas y consultarlas en caso de que las seleccionadas no consigan solventar el problema.
Como veis, estos consejos para organizar una sesión de brainstorming son muy sencillos e útiles. Si has utilizado algunas de estas técnicas, comparte tu experiencia con nosotros. En caso de que no las hayas probado aún, ¿Te animas a organizar tu primer brainstorming?