Es el sueño de mucha gente, sobre todo de aquellos que tienen muchas ideas en mente y no tienen la capacidad financiera para hacerlo. Pongamos en la tesitura de que dispones de algo de dinero ahorrado y tienes ganas de “emanciparte laboralmente”. Para ello, simplemente tienes que preguntarte: ¿quiero ser mi propio jefe?
Ser jefe implica mucho más que todo lo que se nos viene a la cabeza. No es sólo tener la capacidad de tomar en todo momento tus propias decisiones. Esa sensación de libertad que siempre hemos ansiado.