El emprendimiento y la creación de nuevos negocios están de moda. Ya lo hemos dicho muchas veces. Sin embargo, antes de querer abrir un negocio, sea cual sea el sector, es necesario seguir una serie de pasos importantes, los cuales determinarán tu buen o mal porvenir en esta aventura.
Por eso, siempre estamos a favor del emprendimiento. ¡Faltaría más! Eso sí, siempre recomendamos que se haga de forma concienzuda. Si no, el fracaso será estrepitoso.
Que tu idea de negocio se convierta en una realidad dependerá de que hayas seguido, de forma correcta, todos los pasos. Si bien es cierto que en algún momento tienes que arriesgar, siempre es mejor hacerlo teniendo en cuenta todos los posibles factores de riesgo.
En este post, desde nuestro Centro de Negocios os queremos mostrar todos los pasos que debéis seguir para que tu negocio tenga más probabilidades de éxito.
La idea del negocio
En primer lugar, debemos de hacer un ejercicio de autoconocimiento y realizarnos una serie de preguntas, como las siguientes:
¿Mi negocio está realmente definido?
¿A quién me dirijo?
¿Es un sector muy competitivo?
Para responder a éstas y otras preguntas, es necesario realizar una buena concepción de nuestra idea de negocio. Ya no vale el “se me ha ocurrido”. No. Aquí necesitamos ensamblar diferentes ideas de negocio que, al principio, serían abstractas. Es necesario articularlas en un negocio concreto y adecuarlo a nuestras capacidades, por lo que habrá que alejar, al máximo, esos pensamientos utópicos.
Además, es necesario valorar otra serie de variables, muchas de ellas que no podemos controlar, pero no por ello no hay que tenerlas “vigiladas”. ¿Existen ideas de negocio similares a la mía? ¿Es un mercado saturado o no? ¿Cuál es mi mayor debilidad? ¿Dónde están mis clientes?
Otro aspecto a tener en cuenta es la normativa correspondiente al sector y su conocimiento para conocer el proceso hasta poder convertir tu idea en negocio.
El Análisis DAFO
Para responder a todo este tipo de cuestiones que nos puedan surgir, debemos de hacer una búsqueda exhaustiva de información.
Posteriormente, y para tener una mejor perspectiva, estos datos se tienen que ordenar y sintetizar. En nuestra opinión, una forma clásica, pero efectiva, de hacer esto, es el Análisis DAFO.
DAFO responde a las siglas Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades. Este análisis nos ayuda en todo el proceso para conocer mejor nuestra posible idea de negocio, mediante una tabla con cada detalle relevante a estas cuatro métricas. Como ya hemos dicho anteriormente, tendrás que hacer una profunda investigación de todo aquello relacionado con tu futuro negocio, afecte de forma directa o indirecta en el mismo.
En el apartado de debilidades deberemos de exponer todos aquellos problemas de nuestro negocio cuyo origen sea el propio negocio. Por ejemplo, el precio de nuestros productos puede ser más elevado. Por otro lado, en el apartado de amenazas deberemos de mostrar todos los riesgos de origen externo que nos podemos encontrar sobre nuestro negocio como, podría ser, la barrera de entrada de nuestro producto.
De igual manera, las fortalezas determinan las virtudes de nuestro negocio, sin intervenir un agente externo. Aquí deberíamos de responder a la siguiente pregunta: ¿en qué somos mejores? Las oportunidades, por su parte, se refieren a aquellos aspectos externos favorables que podrían suponer un espaldarazo a mi negocio. Un ejemplo podría ser el aumento d subvenciones públicas a nuestro sector.
Para verlo de forma gráfica, aquí tenéis un ejemplo de tabla de análisis DAFO de femeniname.com.
Localización de Clientes
También tendremos que hacer un análisis exhaustivo de nuestro posible mercado. A no sólo en términos de volumen, si no en dónde se encuentran nuestro potenciales clientes. Una buena definición de este aspecto y de conocimiento del perfil demográfico y socio-económico de nuestro posible cliente nos ayudará a trazar un mejor diseño de la idea de negocio.
Esta es una cuestión importante a la hora de establecer la sede de tu negocio e incluir en nuestro plan económico los costes de un posible alquiler de oficinas. Por ejemplo, una de las grandes virtudes de nuestro centro de negocios es que está en pleno centro de Zaragoza. Así, si tus clientes se encuentran en el centro, como sucede en la mayoría de casos, no podemos pasar por alto que estamos en el sitio perfecto si buscas alquiler de oficinas en el centro de Zaragoza.
El negocio desde una perspectiva económica
Una vez desarrollada la idea de negocio, pasamos a otro punto fundamental para el éxito: el dinero. Es fácil encontrar buenas ideas para desarrollar un negocio o para emprender. Eso es cierto. Pero también conocemos de muchas buenas ideas irrealizables si no hay financiación detrás. ¿No es cierto?
En este sentido, dependerá de cuál es tu idea para sustentar económicamente el negocio.
Si cuentas con tu propia financiación, quiere decir que no tienes que responder ante terceros de los costes necesarios para crear el negocio. Aunque esta parte ya esté solucionada, es evidente que no queremos tirar nuestro propio dinero.
En el caso de no contar con financiación propia, es el turno de buscar ayudas económicas externas. Estas vías de financiación pueden ser muy diversas.
Podemos presentar nuestra idea y su correspondiente estudio de viabilidad, del que hablaremos posteriormente, a diferentes agentes externos.
El primero de ellos, como no podía ser de otra manera, es la entidad bancaria, donde la parte económica del negocio será el eje principal de nuestra propuesta para negociar.
Además de esta vía, es necesario ver todo tipo de ayudas que concede la administración pública a nuevos emprendedores. Aquí podemos ver, por ejemplo, el plan de ayudas que ofrece el Instituto Aragonés de Empleo para emprendedores autónomos.
E incluso podemos contemplar vías de financiación alternativas que no dependan de bancos o administraciones públicas. Es decir, hablamos de financiación privada. Una buena opción es buscar, por ejemplo, los denominados “business angels” o inversores privados, decididos a invertir en fase de lanzamiento o crecimiento de un negocio. En Zaragoza, por ejemplo, tenemos la plataforma de inversores Aragón Invierte para este tipo de ayudas-
El estudio de viabilidad, fundamental en nuestro negocio
Al igual que es necesario crear un informe sobre nuestra idea de negocio, también es prioritario realizar un estudio de viabilidad. Un estudio que también necesitaremos entregar a posibles agentes externos que deseen invertir.
Dentro de nuestro plan económico financiero, tenemos que realizarnos, de nuevo, una serie de preguntas que tendríamos que responder de forma exacta. Igual que con nuestra idea de negocio, tendrá que ser desde una perspectiva realista.
¿Cuánto tengo previsto vender en el primer año?
¿Con cuántos clientes cuento?
¿Cuál es mi presupuesto de inversiones, margen bruto y coste de oportunidad?
Responder, de forma pormenorizada, a estas y otras cuestiones será definitorio para que no gastemos demasiado, en caso de contar con financiación propia, así como para conseguir ayudas económicas de agentes externos.
La formalización de una empresa nueva
Vale, ya tenemos una idea del negocio que queremos emprender. Ahora, tenemos que llevara a cabo el proceso de creación de la empresa y así poder comenzar con su correspondiente actividad comercial.
Puedes formar un negocio en torno a una persona física o jurídica. Cuando se trata del primer caso, el trámite es mucho más sencillo. Si vas a abrir una oficina propia, donde deberás de elaborar un proyecto técnico o el pago de las tasas de las tasas municipales, en función de cada ayuntamiento.
Si el local ya está acondicionado, se deberá de presentar el alta de empresario en Hacienda y posteriormente darse de alta en la seguridad social como autónomo. Con todo ello, ya estarías listo para emprender tu negocio.
Sin embargo, cuando se habla de una persona jurídica, los trámites son mucho más complejos, puesto que es necesario constituir una sociedad mercantil. Para ello, es necesario obtener la certificación negativa con el nombre de la sociedad, a partir del Registro Mercantil, crear la cuenta de empresa en el banco o solicitar el NIF Provisional.
Posteriormente, es necesaria la firma de la constitución de la sociedad, realizar la inscripción en el registro mercantil provincial o solicitar el certificado digital. Finalmente, se tendrá que dar de alta la empresa en el epígrafe correspondiente a su actividad empresarial en la Agencia Tributaria y el administrador deberá darse de alta en la seguridad social.
Con todo ello, simplemente habrá que comunicar con el NIF definitivo a la Agencia Tributaria el inicio de actividad, a través del Modelo 036. A partir de este momento, ya estará tu empresa preparada para iniciar su andadura.
Muy buenos consejos. Siempre es importante tomar en cuentos estos aspectos, además de estudiar el mercado, no solo para analizar como se mueve sino también para ver las diferencias de sectores y cual tiene más auge en la actualidad.