En cualquier tipo de negocio, uno de los mayores retos es el de conseguir una gestión eficiente. Sin dicha eficiencia, el proyecto no puede ser lo suficientemente competitivo. Para ello, hay diferentes sistemas de gestión, como es el Lean Management.
Un concepto cada vez más utilizado por muchos emprendedores desde hace décadas y que, de implantarse correctamente, ayudará enormemente a tu negocio. Si bien es cierto que se trataba de una metodología para grandes empresas, desde hace tiempo se ha implantado en pequeñas empresas y pequeños emprendedores.
¿Qué es el Lean Management?
El Lean Management es una metodología centrada en la máxima eficiencia, en la que hay que evitar cualquier tipo de desperdicios que no impliquen valor para el cliente o en la producción.
Cuando se habla de esos desperdicios dentro de la producción o de proceso de mejora, se habla de evitar ciertas prácticas contraproducentes entre las que se encuentra la optimización del tiempo para realizar el trabajo, la revisión y posterior mejora para conseguir el mismo resultado con el mínimo esfuerzo o de eliminar aquellos gastos que no vaya a implicar un beneficio tácito para la empresa.
Este concepto fue introducido por la marca de automóviles Toyota en los años 50, tras la Segunda Guerra Mundial. En esos momentos, la empresa atravesaba una delicada situación económica y decidió ajustar su capacidad productiva a la demanda en cada momento y a la creación de diversos procesos de control de calidad.
La empresa japonesa le dio la vuelta a la situación y su modelo fue todo un éxito, dándose a conocer como “Lean Manufacturing”, título del libro publicado por Woomack, Jones y Ross en 1992.
Beneficios del Lean Management
Los beneficios del Lean Management son cuantiosos. En primer lugar, se reducen notablemente los costes de producción al mejorar la eficiencia, tanto en tiempo como en materia prima a utilizar.
Los empleados también tienen un rendimiento muy superior y necesitan menos esfuerzo en su trabajo, por lo que también generará mayores expectativas dentro de la propia empresa, una mayor remuneración al ofrecer mejores resultados y, en general, una mayor satisfacción.
Desde el punto de vista del cliente, una mejor eficiencia hará que reciba su producto o servicio en menor tiempo, por lo que su satisfacción se verá también incrementada.
Con todo ello, la repercusión general es de un aumento significativo del valor de la empresa, mejorando su competitividad.
Implementar el Lean Management
Como ya hemos comentado anteriormente, este concepto se comenzó a aplicar en grandes empresas, pero poco a poco se ha ido implementando en pequeñas empresas o incluso para autónomos, en aras de conseguir la ansiada eficiencia.
Lo más habitual, antes de empezar, es saber analizar la situación actual de la empresa. En este caso, el estudio a realizar tiene que ser con respecto a la producción y procesos. Con esos datos, se buscarán puntos donde comenzar a realizar dichos cambios, así como los objetivos que se persiguen con dicha implementación.
El plan debe de mostrar cuáles son los recursos humanos y materiales para llevar a cabo dichos cambios. A la hora de ejecutar este plan, hay que formar primero a las personas que se encargarán del proceso del cambio. Para ello, hay que basarse en 5 premisas fundamentales: clasificación, orden, limpieza, estandarización y disciplina.
Tras ello, habrá que analizar cada cambio en tiempo real e identificar posibles errores. Por su puesto, es necesario realizar una evaluación continua de este proceso. Siguiendo estos pasos, es más que probable que mejore la eficiencia de tu empresa.