Parece una tarea imposible, pero no tiene que ser así. Volver de nuestras vacaciones con las pilas cargadas se puede conseguir, ¡de eso estamos seguros!
Como bien sabéis, la vuelta de las vacaciones siempre es un momento delicado. A muchas personas les fastidia volver a la oficina. ¡Con lo a gusto que se estaba en la playa!
Llegados a este punto, se ha llegado incluso a hablar de diferentes síntomas similares a los de una enfermedad, como es el caso del síndrome postvacacional, del que ya os hablamos en este artículo.
Sí, puede ser que la vuelta a la oficina se te haga cuesta arriba. De eso no cabe duda. Y puede que tengas problemas de adaptación al principio. Eso también. Pero la realidad es que, muchas de estas veces, el principal problema que tenemos es de mentalidad.
Nuestra actitud hacia nuestro trabajo es lo que marca la diferencia. Si no nos gusta lo que hacemos, ni a lo que nos dedicamos, nuestra motivación será siempre nula. Si no nos sentimos valorados, tres cuartos de lo mismo.
Si, al comenzar a leer estas primeras líneas, te piensas que te vamos a ofrecer la solución mágica para conseguir el trabajo o proyecto empresarial de tu vida, te estás equivocando. No te vamos a vender humo porque no es nuestra misión.
Sin embargo, desde CN Parque Grande sí que creemos que el momento de la vuelta de las vacaciones es una manera de cambiar el chip. Así, donde todo el mundo ve ese choque entre las vacaciones y la vuelta al trabajo, nosotros vemos una oportunidad para cambiar nuestra mentalidad.
Lo primero ya sabemos lo que supone. Estarás unos días, quizás un par de semanas, fastidiado porque no te estás adaptando a la rutina.
Lo segundo supone cambiar hábitos que te permitan relajarte en otras esferas y que te permitan afrontar tu trabajo o nuevos retos de la mejor manera posible. Y esto es para siempre, ¿con qué opción te quedas?
¿Por qué cuesta tanto volver de las vacaciones?
Cuando nos tomamos un descanso largo tras estar mucho tiempo con una rutina de trabajo, nuestro cambio de hábitos hace que nuestra actividad cerebral también sea distinta.
Normalmente es menor, ya que estamos mucho más tiempo haciendo actividades poco o nada productivas. En otras personas, por el contrario, puede que sea al revés.
De una u otra manera, lo cierto es que nuestro cerebro se queda en una especie de “stand by”, un reseteo -como si fuera un ordenador- de todo lo que llevaba acumulado anteriormente. El cerebro, más relajado y descansado, ha dejado de lado las diferentes conexiones neuronales que suele utilizar durante un tiempo.
Por eso, volver a la rutina del trabajo supone volver a forzar estas conexiones cerebrales al punto donde estaban anteriormente. Ese esfuerzo supone una adaptación que, para según qué personas, es realmente dura.
Convertir un bache en una oportunidad
Precisamente, quizás el problema es que intentamos volver al estado anterior de las vacaciones cuando, paradójicamente, queríamos huir de ese estado cuando nos íbamos, ¿no os resulta curioso?
Por eso, en este artículo simplemente os invitamos a reflexionar y a intentar ver esta vuelta como una oportunidad real de cambiar.
Tras este reseteo, podemos evaluar nuestra situación y ver cómo podemos cambiarla. Esa desconexión nos permite ver, con mayor perspectiva, conocer nuestra situación, ya sea personal, laboral o social.
Con ello, puedes hacer una mayor introspección en lo que te gusta y en cómo “tejer de nuevo” la red neuronal de tu cerebro hacia tus nuevos propósitos.
Desde aquí, queremos que empieces respondiendo a una serie de preguntas que pueden ser interesantes para plantearte esta nueva evaluación.
¿Te gusta tu trabajo?
¿Estás satisfecho con tus hábitos de vida diario?
¿Quieres hacer nuevos proyectos?
Según las respuestas que vayas obteniendo de todas estas preguntas, podrás tener en cuenta cuál es la mejor solución a adoptar en el futuro.
Así, cambiando algunos de estos aspectos de tu vida, probablemente te veas mejor en el resto, consiguiendo simple y llanamente lo más importante: ser feliz.